Cillar de Silos

La tradición de la bodega familiar que ya desde el medievo era elegida para llevar sus vinos al monasterio de Silos

El mérito de esta pequeña bodega familiar es la humildad y el gusto por las cosas bien hechas. Desde el año 1994, fecha en la que comienza a funcionar de la mano de los Aragón, ha logrado destacar entre las muy numerosas bodegas de la Ribera del Duero, gracias al trabajo escrupuloso en sus viñas, con cepas de más de 60 años cuidadas y saneadas, que componen una de las mayores concentraciones de viña vieja que hay en la Ribera.

El nombre de Cillar de Silos, tiene una curiosa y bonita historia, ya que tomó su nombre del monje que antaño se encargaba de la intendencia en el Monasterio de Silos: el cillero, que era a quien le correspondía organizar la despensa o cillería, con los alimentos y el vino necesarios para la vida cotidiana de los monjes. Y según la tradición, el aprovisionamiento del vino para la Orden durante el siglo XVII se hacía en Quintana de Pidio. La familia Aragón optó por recordar la historia, dando testimonio de ello y de la importancia de sus viñedos, designando sus vinos y su bodega con éste sonoro nombre.

Uno de los factores de calidad del viñedo de Quintana de Pidio, proviene de su ubicación, así como de la composición de los suelos, situados al abrigo del frío a una altitud superior a los 800m. y sobre tierras rojizas, areno-arcillosas, sueltas y bien drenadas.

Vinos

Cillar de Silos Crianza.– Acidez refrescante que nos alarga el vino, los taninos maduros todavía firmes por pulir. Tiene persistencia y aparecen los mismos recuerdos que en nariz. En todo el conjunto destaca la finura.
Joven de Silos.- En boca es frutal, carnoso, sedoso, agradable con taninos amables. Largo gracias a su refrescante acidez, intenso y muy fino.
Rosado de Silos.- Tiene cuerpo, es largo gracias a su estupenda acidez que lo hace muy persistente con un final ligeramente vegetal y amargo que le da elegancia. Al mismo tiempo, es sofisticado sin perder su identidad.
Torresillo.- Es muy largo gracias a su excelente acidez; el tanino es puro terciopelo todavía por pulir pero maduro, Tiene una persistencia que no finaliza y te invita a seguir bebiendo. Ejemplo de una añada elegante con una enorme capacidad para envejecer.
Viña de Amalio.- En boca es denso, goloso, carnoso con una excelente acidez que le da frescura. Es larguísimo, persistente con unos taninos finísimos maduros. Es un gran vino, cuyos mejores momentos están aun por llegar.
Flor de Silos.- Uno de los escasos vinos en Europa que proceden de viñas prefiloxéricas. Es carnoso, poderoso, equilibrado con unos taninos maduros y vivos. Es sedoso, largo, persistente con una magnífica acidez que le da vida. Recuerdos frutales, minerales con una enorme finura que ofrece todo el conjunto.